CDMX PRESS.- Una hija que fue vendida, un engaño, y un padre enardecido, factores que estuvieron a punto de ocasionar una tragedia mayor.
Un pueblo cansado de la inseguridad, víctima de un engaño.
La Perla, Ver.- Horas de terror, pánico e incertidumbre vivieron cientos de habitantes de este municipio encallado en las faldas del Pico de Orizaba; un joven hombre lucha por sobrevivir a las lesiones que ocasionó el fuego en su cuerpo, un pueblo que vivió el engaño cargaría en su conciencia la muerte de tres inocentes.
Fue la madrugada de este Viernes cuando pobladores de la comunidad El Lindero fueron alertados por Isidro, su esposa Rosa le dijo que su hija había sido arrebatada de sus brazos, por sujetos desconocidos. Las alarmas se prendieron y el pueblo se organizó, la búsqueda llevo a tres jóvenes, eran señalados de ser secuestradores.
Inmediatamente los accesos fueron cerrados y la Justicia por propia mano comenzó, a golpes e insultos le pedían decir la verdad a uno de ellos identificado como Alfredo, la exigencia devolver a la menor al hogar y con sus padres. Una grabación en poder de Noticiero Sureste, previa y que difundió este conflicto, evidenciaba que el pueblo exigía justicia y que mejor de propia mano, pues dicen estar cansados de la inseguridad.
Junto con Alfredo fueron sacados sus familiares, otros dos hombres y dos mujeres, todos fueron golpeados pues, Rosa aseguraba ellos eran quienes me habían arrebatado a su hija. Alfredo fue amarrado, golpeado y quemado de algunas partes de su cuerpo, fuerzas de seguridad arribaron a la zona, el acceso les fue negado y no soltarían a los supuestos secuestradores hasta no ver a la menor en brazos de su madre.
Pasado el medio día, autoridades municipales se trasladaron al lugar con policías municipales, pedían liberarán a los detenidos y estos fueran remitidos ante las autoridades correspondientes, situación que provocó enardeciera la población y quemaran una patrulla.
Elementos de Guardia Nacional pidieron entrevistarse con los padres, fue cuando se descubrió la mentira de Rosa, ante la mirada de los oficiales y sus cuestionamientos confesó, estaba cansada y no deseaba tener a su hija, pues el amor por Isidro había desaparecido. Fue cuando confesó que vendió a la menor a una familia asentada en la localidad de Tetelcingo, municipio de Coscomatepec.
Los detenidos fueron liberados y trasladados al Hospital General de Río Blanco, donde convalecen después de fueran golpeados y uno de ellos quemado, Isidro y Rosa fueron llevados ante las autoridades ministeriales al Centro Integral de Justicia donde se determinará su situación jurídica, pues a punto estuvieron de ocasionar la muerte de una familia completa.
De la menor hasta el momento se desconoce mayor información, ya que la familia que la recibió en su hogar habría pagado cierta cantidad a Rosa, personal de Seguridad Pública Estatal y Guardia Nacional vigilan esta noche el municipio, la parte jurídica del Ayuntamiento interpondrá una denuncia por los daños a un vehículo oficial, y todo por que una mentira llevo a que un pueblo se alzará en armas exigiendo justicia de un secuestro que nunca sucedió.