María Esther Beltrán Martínez
Málaga, España.- En el marco del 37 Festival de Teatro de Málaga se vistió de gala al presentar obras reconocidas con premios como el MAX y FETEN. La edición 2020 ofreció 72 funciones de 40 montajes. La muestra escénica ha combinado montajes internacionales de Victoria Thierrée- Chaplin, Chapotô y Raoul Fernández con intérpretes como Carmen Maura, Imanol Arias, Blanca Portillo y compañías como Abadía, el Centro Dramático Nacional, Yllana o la Zaranda.
Sin duda alguna las obras que se presentaron en esta edición fueron de muy buena calidad. Entre las obras que el público ovacionó de pie fue La ternura, premio MAX 2019, dirigida por Alfredo Sanzol, quien se inspiró en las comedias de Shakespeare.
“La ternura es una comedia romántica y de aventuras en la que intento contar que no nos podemos proteger del daño que produce el amor. Que si queremos amar nos tenemos que arriesgar a sufrir. Como padres tampoco pueden proteger a los hijos del sufrimiento de la vida porque eso pone en peligro la vivencia de una vida plena.La ternura es la manera en la que el amor se expresa. Sin ternura el amor no se ve. La ternura son las caricias, la escucha, los pequeños gestos, las sonrisas, los besos, la espera, el respeto. La ternura está dedicada a todos los que anden en su búsqueda”, expresa Sanzol.
Una obra entretenida con muy buenas actuaciones como: Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández, Emilio Gavira, Juan Ceacero y Eva Trancón. Es una puesta en escena donde rescata los valores del teatro. Un buen guión, unas excelentes interpretaciones y una dirección excelente. El público disfruta de la narración, de los diálogos y se involucra con cada uno de los personajes.
La Ternura es una comedia romántica, como expresa su director que se disfruta y no se olvida durante días.
Si de calidad se habla en teatro sin duda aparece el nombre de la compañía de la Abadía, que este año monto Nekrassov de Jean- Paul Sartre. Como menciona en el programa de mano es la única comedia escrita por el filósofo francés y también la única obra dramática que desarrolla su trama con temas y acontecimientos que eran de actualidad durante la Guerra Fría. “A través de la estructura de la farsa satírica, el propósito de Nekrassov es denunciar la política inmediata y ridiculizar la manipulación informativa que aleja a la población del conocimiento de su realidad social. De esta forma, la obra presenta el servilismo de la prensa con el gobierno, los intereses económicos de los políticos con la industria armamentística, la caracterización de los disidentes soviéticos al servicio de su propia vanidad, la estafa, como principio de la verdad periodística y el uso del terror para justificar la guerra y el continuo rearme de Europa. Desafortunadamente, esta comedia ligera e inteligente ha pasado décadas desapercibida. Algunos temas de actualidad durante la Guerra Fría, como la invasión de U.R.S.S A Hungría y la publicación del libro Archipiélago Gulag de Aleksander Solzhenitsyn, jugaron en contra del éxito que está obra merecía por su dimensión filosófica y dramática”.
La Abadía contó con la interpretación de José Luis Alcobendas, Ernesto Arias, Carmen Bécares, Miguel Cubero, Clemente García, Markos Marín e Inma Nieto quiénes por más de dos horas hicieron disfrutar al público de una cómica de farsa que en la actualidad está muy viva, le suena el término fake news.
Está puesta montada con una estructura como la hiciera George Feydeau donde se abre y se cierran vertiginosamente las puertas. Los actores mueven la escenografía para cambiar de escena e interpretan dos o más personajes durante la obra.
Si bien es entretenida el tema es tan actual y nos hace ver que la política y desgraciadamente el manejo en algunos medios de comunicación no ha cambiado por el contrario se sigue manipulando y trabajando sólo para los intereses de algunos que no les gusta hablar con la verdad.