Quintana Roo Noticias.- Quintana Roo Press.-
Por: Hector Valdez (Tulúm en Red)
Tulum Quintana Roo a 12 de septiembre 2019.
Desde hace varias semanas decenas de trabajadores del hotel más exclusivo de Tulum sufren carencias sin cuenta y sus familias pasan apuros económicos que incluso afectan su alimentación mientras los dueños del Hotel Azulik se enriquecen inmoralmente a costa de la apropiación y usurpación de terrenos nacionales, la devastación de humedales y el entorno natural.
Al menos a una veintena de trabajadores les fueron recortadas sus percepciones desde hace ya dos meses por parte de la familia Neira, propietaria del Hotel Azulik y a varios de esos empleados se les deben sueldos incluso por dos quincenas de atraso. Lo más grave es que, algo que es del dominio público, quiénes son trabajadores del turismo dependen más de las propinas que del sueldo mismo; que suele ser bajo, y en el caso de esas propinas los directivos del Hotel Azulik, junto con la familia dueña, han tenido un manejo completamente turbio pero Incluso en los dos últimos meses se han negado a repartirlas entre quiénes son los que las han ganado y merecen.
El Azulik es el hotel más caro que existe en Tulum; en temporada alta sus tarifas llegan a los $6,400 dlls la noche (ver reportaje Who Killed Tulum? de The Cut NYT. https://www.thecut.com/2019/02/who-killed-tulum.html ) y en Tulum en Red hemos difundido -en varias ocasiones- que sus villas más exclusivas y caras están asentadas en terrenos de todos los mexicanos que la familia Neira invadió con la mayor desvergüenza y la complicidad de distintos gobiernos locales, sobre todo los actuales con cuyo presidente municipal han hecho mancuerna y sociedad.
Ahora los propietarios del Hotel Azulik que ganan millones de dólares cada mes han agregado una mayor rapaceria a sus actos: pretenden condenar a una vida de miseria a sus trabajadores robándole prácticamente no sólo su sueldo sino también sus propinas.
El día de ayer la inconformidad de los trabajadores comenzó a hacerse más visible pues se apostaron durante alrededor de una hora a la entrada del hotel en una protesta pacífica e informativa para huéspedes y público en general, algo que no fue bien visto ni por el gobierno local ni por los propietarios; estos últimos que mantuvieron su vigilancia privada y además armada con una hostilidad palpable en el aire hacia los manifestantes.
Un dato adicional que define la bonanza económica de la familia Neira y sus nuevos socios es que el Hotel Azulik, desde hace meses, se encuentra inmerso en la construcción de un nuevo emplazamiento en la comunidad de Francisco Uh May donde depreda también el entorno.
Algunas voces de los mismos trabajadores aseguran que sus mismas percepciones y propinas están siendo usadas en la construcción de este nuevo emplazamiento donde también hay quejas por parte de trabajadores campesinos de ser tratados como esclavos y negarseles los salarios ya ganados.
Pocas posibilidades habría de explicar tantos abusos por parte de la familia Neira de no existir la complicidad del gobierno del actual presidente municipal Víctor Mas Tah, a quien los trabajadores de Azulik constantemente ven cenar en sus exclusivos restaurantes junto a su esposa, o a veces otras compañías femeninas.
El gobierno local de Víctor Mas Tah Incluso se ha empeñado en mostrar abiertamente su alianza con varios empresarios, entre ellos Sebastián Ávila Neira uno de los amigos y socios personales del presidente municipal.
En febrero del 2019 y precisamente como respuesta al artículo del The New York Times y sus repercusiones en medios locales y estatales de grandes alcances -como Tulum en Red- la vocería de Víctor Mas Tah, dio a conocer un boletín profusamente difundido en medios con convenios económicos con el gobierno municipal y con el título defensivo de “Quienes hoy nos critican todo fueron los que no hicieron nada por Tulum» en el que se daba cuenta de una reunión del presidente municipal con sus amigos empresarios una de cuyas voces principales fue precisamente la de Sebastián Ávila Neira.
Los trabajadores del Hotel Azulik por fortuna ya están abriendo los ojos y tomando conciencia sobre graves problemas económicos, ecológicos y sociales que genera la industria del turismo simulador y las autoridades cómplices: una depredación irracional que incluye una apropiación indebida de terrenos nacionales para beneficio privado, la deforestación y destrucción de manglares, la voracidad por la ganancia económica que arrebata incluso sueldos y propinas que deberían ser para trabajadores, pero sobretodo la complicidad de las autoridades locales que le han permitido todo a hoteles como el Azulik, aunque desgraciadamente se cuentan por decenas las empresas de tan mal talante en el territorio tulumnense y quintanarroense.
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