El papel de los organismos autónomos es actuar en beneficio del ejercicio de los derechos fundamentales, así como del equilibrio y control que deben existir en una democracia constitucional moderna y no buscan enfrentarse a ningún poder, señaló el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, durante su participación en la Sesión Extraordinaria del Comité Editorial del Colegio de Profesores-Investigadores con Actividades Académicas Formales en Universidades Extranjeras (COPUEX).
“Desde una óptica estructural es comprensible que los órganos constitucionales autónomos sean incómodos para cualquier gobierno. Por su propia naturaleza han sido incómodos, porque son incómodos en su diseño, porque buscan ser incómodos porque buscan, precisamente, los equilibrios constitucionales”, indico.
Córdova Vianello afirmó que estos organismos no son una invención mexicana, sino que son producto de una evolución de 200 años que busca fortalecer la división de poderes a través de los controles y contrapesos.
Recordó que los organismos autónomos han existido a lo largo de diversos gobiernos y han emanado de distintas fuerzas políticas, por lo que se convierten en organismos aún más incómodos en un contexto de pluralismo intenso.
En su calidad de Vicepresidente del COPUEX, Córdova Vianello agregó que el ejercicio de sus funciones de control y contrapesos está estrechamente vinculado con una división de poderes fuerte, típica de un Estado constitucional democrático.
“Me atrevo a decir que la fortaleza del Estado mexicano, de la historia de la transición democrática en buena medida se refleja en la coexistencia de los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial con los órganos autónomos para recrear los equilibrios y contrapesos necesarios en una democracia”.