* En 40 Pilares se ofrecen talleres de guitarra, piano, violín, jarana, percusiones, además de composición, coro y multidisciplinarios, los cuales son totalmente gratuitos.
* A los cursos, que se reanudaron en junio de este año, asisten niñas y niños desde los ocho años hasta adultos mayores de más de 65 años
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de noviembre de 2021.- Con motivo del Día del Músico, que en nuestro país se celebra el 22 de noviembre, el Gobierno de la Ciudad de México invita a la población a acercarse a los PILARES (Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes), en los cuales además de brindar opciones educativas, de capacitación, deportivas y recreativas en zonas de alta marginación, se fomenta el talento musical de niñas, niños, jóvenes y personas de la tercera edad, a través de los cursos que imparten talleristas de la Secretaría de Cultura capitalina.
Desde que se reanudaron las actividades presenciales, en junio pasado, suman 2 mil 242 personas registradas para acudir a estos espacios, que se extienden en las 16 alcaldías, para aprender a tocar instrumentos como la guitarra, piano, violín, jarana y percusiones, o bien para asistir a los cursos de música coral, composición y multidisciplinarios, los cuales son totalmente gratuitos, abiertos para todo el público y con una enseñanza de alto nivel.
Alrededor del 40 por ciento de los inscritos son menores de entre 8 y 18 años y el resto son adultos, en muchos casos de más de 65 años, quienes han desarrollado sus intereses musicales sin que esto implique desplazarse a zonas alejadas de su domicilio o que el factor económico sea una traba para desarrollarse en alguna disciplina artística, que de acuerdo a los talleristas generan beneficios en lo individual y en la comunidad.
Lo anterior, porque la enseñanza de los valores musicales se puede relacionar con la vida diaria, al adquirir conocimientos sobre el arte del silencio, la superación de los bemoles -alteraciones de la vida- la armonía y el equilibrio.
“La música es la educación al corazón que debería ser obligatoria, no nada más intelectual sino sensitiva, emocional y espiritual, indudablemente aprender música te hace mejor persona, te hace estar en contacto con las emociones, con el equilibrio, te armoniza internamente; quién está tranquilo por dentro está tranquilo por fuera, te hace aprender a convivir y a socializar con los demás en un entorno de respeto”, explicó el arreglista y compositor, Guillermo Maciel, quien está a cargo de un grupo en PILARES “Acahualtepec”, ubicado en Iztapalapa.
Otro de los aspectos positivos, a partir de su incursión en el conocimiento musical, es que se adquiere una conducta más disciplinada y se mejora la expresión de emociones y sentimientos, señalan usuarios como Sara Paola, de 11 años, de PILARES Acahualtepec.
También para los instructores que comparten sus conocimientos resulta satisfactorio impulsar el desarrollo de músicos, compositores e intérpretes, a través de este programa, señaló. Cecilia Arenas, tallerista de canto en PILARES “La Araña”, localizado en la alcaldía Álvaro Obregón, quien afirmó que el taller también ha acercado a sus alumnos a los ritmos, géneros y estilos que conocían los abuelos y padres y a partir de ello se logra valorarlo como un patrimonio cultural.
“Es muy grato transmitir el sentimiento y el conocimiento a otras personas, verlos pasar de no cantar nada y no afinar a después tenerlos motivados cantando lo que a ellos les parece una buena oferta, ese folclor perdido que tenemos en el país”, expresó.
Entre los PILARES con oferta musical se encuentran Gran Canal, La Joya, Santiago Tulyehualco, La Joya, La Fortaleza, Santa Úrsula, Maza de Juárez, Bosques, Apatlaco, Frica Kahlo, Santa Fe, Valle de Luces, Ixtlahuacan, La Muela, Paulo Freire, Lomas de la Estancia, Tepalcates, Tezontle y El Capulín, entre otros.
Mediante estos PILARES (Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes), que se extienden a lo largo de las 16 alcaldías, el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura capitalina, promueve el acercamiento de las y los habitantes de la capital a la música como parte del ejercicio de sus derechos culturales.