Por Alejandro Villegas…
En el sureste mexicano, el ciudadano presidente atendió como prioridad las obras del Tren Maya y dejó en un segundo plano a los damnificados de Tabasco, su tierra natal.
Evidentemente, los afectados por los fenómenos naturales, no se quedaron sin atención, pero el baño de pueblo, la cercanía con el hijo predilecto de Tabasco, no se concretaron, como con seguridad era esperado por no pocos de sus paisanos.
La atención de los damnificados quedó en el discurso, alejada de la presencia que pudo haberse concretado, en otro momento.
El Ejército, las autoridades estatales y municipales, así como otras instancias del gobierno federal, como la Secretaría de Bienestar, hicieron acto de presencia.
Y en una acción que se antoja poco clara, o como diría algún especialista algo no comprobable, el ciudadano secretario de Bienestar, expresó que la actuación de las autoridades ponía en evidencia que no era necesario el Fonden, tratando de cerrar un caso en el que, sin duda, los afectados son quienes a fin de cuentas deben evaluar, si fueron o no atendidos de manera adecuada.
De cualquier forma, el ciudadano presidente, durante el fin de semana dejó en claro cuáles son sus prioridades.
Morena
El triunfo de Porfirio Muñoz Ledo sobre Mario Delgado por la dirigencia nacional de Morena, puso de manifiesto la división que prevalece en ese instituto político.
Más allá de la decisión del árbitro electoral de realizar una segunda encuesta de desempate, lo que prevalece en el escenario son las descalificaciones entre ambos contendientes.
La disputa por el poder trae a la mente los enfrentamientos entre tribus que caracterizaron al PRD, en etapas similares, por cierto, partido del que proceden, los ahora rivales políticos.
De cualquier forma, se percibe que todo se aclarará con un señalamiento, en público o privado del ciudadano presidente, que lo que menos quiere es que el movimiento se le salga de control.
Disculpa
El contenido de la carta que la esposa del ciudadano presidente entregó al Papa Francisco, causó revuelo, pero con toda seguridad, no pasará de un hecho anecdótico.
La pretendida disculpa, solicitada por el ciudadano presidente, no pasa de ser un truco de artificio político que busca, como siempre, el aplauso del respetable.