El gobierno capitalino, consciente de los efectos de la gentrificación, ha implementado políticas como la construcción de vivienda social y la entrega de créditos accesibles para mejorar las condiciones de vida de los habitantes desplazados por el aumento en los precios de la vivienda.
La mandataria reconoció que el proceso de gentrificación no es exclusivo de la Ciudad de México, sino que es un fenómeno global, y que se deben seguir buscando soluciones para mitigar sus impactos sociales.
Por otro lado, la violencia que se desató durante la marcha de esta semana ha dejado una serie de consecuencias materiales.
Restaurantes, tiendas de ropa y cafeterías, como Ripndip y Café Toscano, reportaron daños significativos en sus propiedades, mientras que otros comercios del área también fueron víctimas del vandalismo.
De acuerdo con el secretario de Gobierno de la alcaldía Cuauhtémoc, Obdulio Ávila, al menos 13 establecimientos resultaron afectados, con daños a puertas, ventanas y mobiliario.
Al respecto, Brugada Molina hizo un llamado a la calma y afirmó que muy pronto se dará a conocer un protocolo para evitar que la violencia se repita en futuras manifestaciones.
“Es necesario un equilibrio entre el derecho a manifestarse y la necesidad de proteger la integridad de todos los ciudadanos”, concluyó.
“Respetamos el derecho a la libre expresión, pero no podemos permitir que se violenten los derechos de terceros. En la protesta del viernes, se dieron hechos lamentables que no podemos tolerar”, afirmó la funcionaria.
A raíz de los incidentes, Brugada Molina adelantó que las secretarías de Gobierno y Seguridad Ciudadana están trabajando en un protocolo para garantizar la seguridad tanto de los manifestantes como de los ciudadanos que no participan en las movilizaciones.