En un movimiento que ha sorprendido a la comunidad internacional, Israel confirmó que llevó a cabo un ataque preventivo contra Irán en la noche del jueves a viernes, hora local. Las explosiones se escucharon en la capital iraní, Teherán, mientras que en Israel se declaró un estado de emergencia y se preparan para posibles represalias.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que el objetivo de la operación fue el programa nuclear iraní. Según su comunicado, docenas de aviones de la Fuerza Aérea israelí llevaron a cabo la primera fase del ataque, alcanzando decenas de objetivos militares, incluyendo instalaciones nucleares en diferentes zonas del país persa.
Este ataque ha generado una serie de reacciones internacionales. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump convocó una reunión de gabinete en la noche, en medio de la escalada de tensión. Fuentes cercanas a la Casa Blanca señalaron que la reunión tenía como propósito analizar la respuesta de Washington ante los sucesos en Irán. La decisión de reunirse antes de los ataques refleja la preocupación creciente en el gobierno estadounidense por la situación.
Por su parte, Israel tomó medidas inmediatas para reforzar su seguridad. El Ministerio de Transporte anunció el cierre de su espacio aéreo para llegadas y salidas, mientras que el Comando del Frente Interno advirtió a la población sobre la posibilidad de un ataque masivo de misiles desde el este, en respuesta a la ofensiva israelí.
Desde Jerusalén, el ministro de Defensa, Israel Katz, confirmó el ataque y advirtió que en las próximas horas podrían registrarse ataques con misiles y drones contra territorio israelí y su población civil. En respuesta, el gobierno israelí ha firmado una orden especial que impone un estado de emergencia en todo el país, ante la incertidumbre que genera esta escalada de violencia.
Hasta el momento, las explosiones y las alertas continúan en Teherán, mientras la región observa con atención los próximos movimientos de ambas naciones en un escenario cada vez más tenso.
