POR Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente no cesa de dictar línea desde Palacio Nacional. Ahora presume que, en el caso del gobernador de Tamaulipas, el máximo tribunal declarará su desafuero.
Y utiliza como acicate a la ciudadana secretaria Sánchez Cordero, quien no se atrevió a asegurar nada.
A lo más como ex ministra y conocedora del entramado jurídico opinó en el plano personal que el mandatario estatal ya no tiene fuero.
El ciudadano presidente trata de inclinar la balanza en el diferendo que existe entre la Cámara de Diputados y el Congreso de Tamaulipas, como siempre, para llevar agua a su molino.
Está urgido de un golpe de timón que relance su figura como un promotor de la lucha anticorrupción.
Y no tiene empacho en demostrarlo públicamente al tratar de actuar como parte, en un conflicto que a todas luces ya no está en sus manos.
De ese tamaño es su urgencia por incrementar o al menos mantener el respaldo del pueblo bueno, de cara al proceso electoral del 2 de junio.
Proselitismo
Lejos de atenerse a lo establecido en el plano de la promoción, la gira por el sureste, pone de manifiesto, por si hubiera alguna duda, que el ciudadano presidente mantendrá la promoción de su gestión y sus programas prioritarios como el tren maya.
El reto a la autoridad electoral es abierto y directo.
El ciudadano presidente promueve abiertamente logros y proyectos de su gestión, al amparo del ejercicio de la información, en una acción que no se permitió a sus antecesores.