Por Alex Villegas..
Los cuarteles de la Guardia Nacional inaugurados, durante el fin de semana, por el ciudadano presidente son como el aire que se requiere para las llantas de todo vehículo para que puedan desplazarse.
Lo que queda claro es que el ciudadano presidente busca proyectar la imagen de una Guardia Nacional en plena evolución, cuando lo que requiere la población son resultados que se reflejen en tranquilidad y certeza.
Sin embargo, el panorama nacional indica que la Guardia Nacional está más enfocada en contener el flujo migratorio que en abatir los índices de los diversos delitos que se cometen a lo largo y ancho del territorio nacional.
Ya tenemos el aire, vamos por las llantas y luego el auto, diría un clásico. Y es que lo verdaderamente importante no es contar con las instalaciones, sino con el personal, la fuerza de tarea, para realizar la tarea asignada, así como el equipamiento necesario y los recursos económicos que se requieren para garantizar su operación.
Pero desafortunadamente, la fuerza de tarea de la Guardia Nacional constituida en principio por elementos de extracción castrense, por más que insista el ciudadano presidente y el ciudadano secretario de seguridad y protección ciudadana, está muy lejos de ser lo robusta que se requiere.
Después de la primera y fallida convocatoria para que los jóvenes, en particular, y los mexicanos, en general, interesados en engrosar sus filas, se inscribieran, poco es lo que se ha informado sobre el particular.
De la capacitación y el equipo que se requieren, también es poco lo que se dice. Además de que al parecer o al menos no han presentado un diagnóstico claro que permita apreciar el tamaño del reto que deberá enfrentar la Guardia Nacional.
Sin dejar de lado, por supuesto, los resultados de las acciones con las que de acuerdo al ciudadano presidente, se combatiría el crimen desde su origen.
Aire, el aire, ya tenemos el aire, vamos por el resto.
Coronavirus
El retorno de un grupo de mexicanos que se encontraban en China, después de pasar rigurosos exámenes y pruebas, evidentemente servirá para avivar las sospechas sobre la posible llegada del coronavirus al país, en lo que se ha constituido en un tema que apenas toca el ciudadano presidente, quizá por poco convenir a sus intereses y no encuadrar en la definición del show en el que gusta tomar parte, como el muchacho chicho de la película gacha.