Por Alex Villegas..
La canción Esto Pasará, difundida por el ciudadano presidente, cuya autoría corresponde a su esposa, con la interpretación de Eugenia León, más allá de la respuesta de un estadista ante la pandemia, representa la proyección de la importancia que su administración concede a la propagación de la enfermedad y sus consecuencias.
Sin duda, el positivismo y el aliento, son elementos fundamentales para el desarrollo de las actividades cotidianas.
Incluso, en la actualidad, la actividad de los motivadores es fundamental para muchos ciudadanos, pero ello no siempre es positivo, sobretodo cuando se confronta con la realidad.
De ahí que la actitud de proselitismo político-social llevada a cabo por el ciudadano presidente sea lamentable y algo más que cuestionable.
Además, claro de que hay que reconocer que, como toda situación en la vida, la pandemia pasará y obligará al pueblo de México a salir adelante, como lo ha hecho en no pocas crisis pasadas, como las registradas en el inicio del sexenio de Ernesto Zedillo, y la ligada a la crisis inmobiliaria de Estados Unidos y la influenza en 2007-2008.
Lo que, si es una verdadera desgracia, es que con una canción se intente superar un episodio critico y jalar reflectores.
OPEP
El acuerdo que alcanzó el ciudadano presidente con el presidente Trump para que Estados Unidos reduzca su producción petrolera en 250 mil barriles diarios para apoyar la disminución de 100 mil barriles diarios que propuso México a la OPEP, equivale a vender el alma al diablo.
La administración Trump no es la Madre Teresa de Calcuta y evidentemente el gesto de solidaridad, sea aceptado o no por la OPEP, tendrá un costo aún no definido.
En consecuencia, el ciudadano presidente debe informar qué fue lo que pidió a cambio del apoyo, su homólogo estadounidense.
Júrenlo, la reducción solidaria no es gratuita.