Por Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente hoy fue claro. En octubre se tendrá vacunada a toda la población mayor de 18 años, lo que deja claro que no se contempla, al menos en principio vacunar a los menores que se busca que retornen a las aulas.
Si había alguna duda, todo quedó disipado. No se busca vacunar a los casi 130 millones de mexicanos, sino sólo a quienes tienen más de 18 años y acepten ser inoculados.
Pero de ese universo, de acuerdo a datos del ciudadano subsecretario López Gatell, a la fecha se ha vacunado contra COVID-19 a poco más del 20 por ciento, lo que deja un pendiente de casi 80 por ciento a cubrir en los próximos cinco meses.
Sin duda, era necesario que se aclarara el panorama, que deja a la luz la vulnerabilidad que enfrentan todos los mexicanos menores de 18 años, que evidentemente representan el universo de quienes retornarán a clases en preescolar, primaria, secundaria, educación media superior e incluso los primeros semestres de educación superior.
Y, obviamente, al hacerlo estarán en un riesgo que no puede minimizarse, con la pretendida vacunación de la población de 18 años o mayor, toda vez que no todos acudirán a vacunarse, pero sobretodo porque el control de la pandemia y la amenaza de nuevos rebrotes, están lejos de darse por superadas.
Por algo, un aspecto importante del retorno a clases presenciales, es que será voluntario, pero sobretodo el hecho de que se pedirá a los padres de familia, de acuerdo a la información que hay al momento, una autorización por escrito para que sus hijos retornen a clases.
Pero el panorama se complementa con el estado de las escuelas, el suministro de agua, y la capacidad de observar adecuadamente los protocolos sanitarios.
En pocas palabras, se expondrá a los educandos a un riesgo de contagio, de manera innecesaria.
Sin embargo, lo que llama más la atención, es el reciente señalamiento del ciudadano presidente, ante la cancelación de clases presenciales en Campeche, a no alarmarse y no ser extremistas.
Tamaulipas
El caso del desafuero del gobernador de Tamaulipas, sigue en el escaparate político.
Las acciones de la 4T enfocadas a su remoción y sometiendo a proceso, no han prosperado, en principio porque lo que debe prevalecer es el estado de Derecho.
Así de simple, en el país hay Leyes que deben observarse y sobre las cuales no siempre se puede pasar, por más consignas políticas que existan.
Aunque cabe la posibilidad de que, en días próximos a la jornada electoral, se incremente la embestida contra el mandatario de Tamaulipas.