Por Alejandro Villegas…
En el discurso, el ciudadano presidente da por controlada no solo la pandemia sino también las finanzas públicas, en una posición más que arriesgada.
En tanto da por sentado el relevo en el Banco de México, con el arribo de un gobernador que será especialista en economía social.
Con el relevo se pondrá en juego no solo la autonomía del Banco central, sino también las finanzas nacionales por el manejo que se dé al rubro de las reservas y por supuesto la paridad peso-dólar, entre otros.
Al plantear el horizonte que percibe, en términos de gasto público, lejos de lo que puede percibirse en el ambiente social, el ciudadano presidente sostiene que las arcas públicas cuentan con suficiencia presupuestaria para dar continuidad a sus programas sociales.
Y, por supuesto, seguir adelante con sus proyectos prioritarios, entre ellos la Refinería de Dos Bocas y la nueva terminal área.
Incluso, sin presentar números sostuvo que la recaudación fiscal ha sido adecuada.
Lástima que no acompañó su discurso con elementos que permitan darle mayor credibilidad, aunque asumió el compromiso -sin fecha- de presentar más adelante la forma en que su gestión controló y enfrentó la crisis económica.
Lo malo es que, en el ánimo social, la percepción difiere de la visión del ciudadano presidente sobretodo por el nivel de la cartera vencida en bancos y la incipiente recuperación de los empleos.
No cabe duda que el preámbulo de la elección intermedia, el ciudadano presidente está urgido de presentar el panorama de un país en control y con finanzas sanas, no vaya a ser que el pueblo bueno le pase la factura en las urnas.
Retorno a clases presenciales
El retorno a clases presenciales, para desgracia de no pocas familias, será muy diferente al esquema que operaba antes de la pandemia, no sólo por la calidad sino por las horas y días de clase, a que tendrán acceso los educandos.
En consecuencia, sería más que necesario que las autoridades educativas, empezando por la ciudadana secretaria Delfina Gómez hablaran con toda claridad sobre el nuevo esquema de clases presenciales, pero sobretodo del compromiso que asumirán los padres y madres de familia, bajo la nueva normalidad educativa.
En el fondo del tema, sin duda se encuentra la posibilidad de que la calidad de la educación que se imparte vaya a la baja y con ella la formación de las nuevas generaciones.