Por Alex Villegas..
La elección por consenso de los cuatro consejeros del INE, en la Cámara de Diputados, evidencia la voluntad política que se requiere para avanzar en temas complicados. Ahora solo falta ver si el ciudadano presidente está satisfecho.
En principio, habrá que ver si las suspicacias, críticas y descalificaciones que ha vertido sobre el INE y sus consejeros cesan, como por arte de magia, a partir de la integración de los nuevos consejeros.
De entrada, todo indica que así será, ahora el siguiente paso sería lograr que los nuevos consejeros ocupen puestos clave, incluida la presidencia del INE y la comisión de quejas.
Vacuna
El acceso temprano a la vacuna del COVID-19 que a decir de las autoridades busca el país, se antoja más que complicada a partir de los recursos económicos que se requieren, aunados a la producción y distribución que sin duda serán descomunales, de proporciones inauditas.
Es claro que al ser un mal mundial, el número de dosis que deberán producirse será enorme, así como su distribución y aplicación.
En consecuencia, por principio de cuentas, además de la capacidad de negociación del ciudadano presidente y su séquito de colaboradores, se requieren recursos económicos y una programación adecuada.
Por tanto, el escenario tranquilo y cordial que intentan proyectar el ciudadano presidente y sus colaboradores, con el ciudadano subsecretario López Gatell, al frente, aparece más como una cortina de humo que como un panorama ideal que coloca la solución a la pandemia, a la vuelta de la esquina.