Por Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente presume como un logro en materia de cooperación, las vacunas contra COVID-19 que enviará Estados Unidos a México, pero que desde otra óptica se aprecia como un maiceo previo a su reunión con Kamala Harris.
Pero también puede tomarse como una acción generalizada de la administración Biden que abarca a otras naciones, pero que tratándose de México tiene un trato especial por la relación fronteriza entre ambos países.
Además, su aplicación en las ciudades fronterizas en concretó en el lindero con Estados Unidos, puede interpretarse como una acción previamente acordada, una condicionante que no quiere aceptarse abiertamente como tal.
Un millón de vacunas de una sola dosis, sin duda representa un gran avance, pero no puede traducirse en un logro personal del ciudadano presidente, sino más bien como una concesión de la administración Biden.
Una medida que le cae como anillo al dedo al ciudadano presidente, en el preámbulo de la jornada electoral.
Retorno a las aulas
El próximo lunes cuando inicie el retorno a clases presenciales se apreciarán las verdaderas dimensiones del pretendido avance gubernamental.
Se pretende proyectar una imagen de recuperación que, en el mejor de los casos durará tres semanas, que es lo que resta del ciclo escolar.
Padres y madres de familia tienen la última palabra.