Por Alex Villegas..
El ciudadano presidente mantiene en todo tema su postura de culpar al pasado, en concreto al neoliberalismo de lo que sucede, para no asumir su responsabilidad.
Ante la protesta social por los feminicidios, recurrió a su argumento favorito, y delineó su ideal de sociedad, con condiciones de igualdad y equidad, en las que se ataquen las causas de los males desde su origen.
Sin duda una visión idealista que está muy lejos de concretarse en los hechos.
La sociedad delineada por el ciudadano presidente evidentemente no sólo sería equitativa, sino muy difícil de concretarse y operar, a partir de la naturaleza humana y la abierta pugna no sólo entre personas, sino entre naciones por sobresalir.
Además, claro del hecho irrefutable de que el combate a los feminicidios en particular y el crimen organizado, en general, no se ganará solo con declaraciones y posturas evasivas.
Sin embargo, la gran incógnita al momento en el panorama nacional, radica en saber hasta cuando el pueblo bueno aceptará como validos los argumentos del ciudadano presidente, que, en los casos de los medicamentos contra el cáncer y los feminicidios, han puesto en claro que no todo marcha bien, por más que se quiera negar.
Amber
La clásica afirmación de que después del niño ahogado ser tapa el pozo, con lo que nada o poco se resuelve, en el caso Fátima, se traduce en un flaco consuelo.
En este caso para tapar el pozo, la ciudadana Jefa de Gobierno y autoridades en la materia, incluidas las de educación, anunciaron la puesta en marcha de un nuevo esquema para activar la Alerta Amber.
Sin duda el propósito es bueno y se antoja adecuado, pero desafortunadamente para las familias afectadas, tanto en el pasado reciente como en el pasado en general, llega tarde.