Por Alex Villegas…
El ciudadano presidente reta a todo, incluso a las fuerzas de la naturaleza, con tal de mostrar una imagen de normalidad, que está alejada de la realidad, en lo que constituye un desafío irresponsable.
La gira que realiza por los estados del sureste nacional, pone de manifiesto su urgencia por proyectar que el país sigue su marcha sin novedad.
Como si la pandemia del COVID-19 no existiera, a pesar de que de acuerdo a las cifras oficiales se registra el volumen más alto de fallecimientos, lo que permite apreciar que el pico de la pandemia aún prevalece.
Aunque claro, como para limpiar conciencias y deslindarse de responsabilidad, el ciudadano presidente llama a no bajar la guardia, al tiempo que destaca que la recuperación será rápida.
Evidentemente, en torno a la gira presidencial, existen un sinnúmero de interpretaciones, pero de que es desafortunada su realización no hay duda.
Coordinación
La coordinación entre estados y el gobierno federal, por fin de concretó de la mano de la ciudadana secretaria de Gobernación.
Los mandatarios aglutinados en la Conago asumieron un rol responsable, al aceptar la operación del semáforo, pero condicionado a su valoración previa, en tanto que los estados integrantes de la megalópolis operarán con un solo semáforo.
Es claro que la coordinación que comienza a percibirse era necesaria, lo malo es que el ciudadano presidente no haya tenido la altura de miras para lograrla personalmente.