Por Alex Villegas..
Desde Guerrero, el ciudadano presidente mostró de manera irresponsable su desprecio por el coronavirus y sus consecuencias sociales.
Abrazos y saludos de mano, calor humano, baño de pueblo fueron la forma en la que el ciudadano presidente despreció las recomendaciones de los expertos, esas que difunde su administración para tratar de evitar contagios.
En el plano verbal expresó su certeza de sacar a México adelante a pesar de las adversidades y las pandemias.
Evidentemente, lo que se puede sacar en conclusión es que el ciudadano presidente reta al destino y a la suerte, al despreciar con su comportamiento el nivel de la emergencia que comienza a plasmarse en la cancelación y reprogramación de eventos masivos, así como en la modificación del comportamiento social.
El comportamiento del ciudadano presidente solo proyecta la forma en la que trata de enderezar el rumbo del país, solo con palabras, despreciando los hechos que son ineludibles.
Aislamiento
La suspensión de partidos de futbol y el cuidado que se tuvo en torno al festival Vive Latino, apenas son el inicio de las acciones que llevarán más temprano que tarde a la adopción de medidas de aislamiento social que llevará a la sociedad global a modificar su comportamiento.
De entrada, no serán pocas las familias que, por decisión propia, terminarán por mantenerse lo más aisladas posible del resto de la colectividad.