Por Alex Villegas..
Como un disparate, debe considerarse la afirmación del ciudadano presidente en torno al uso del cubrebocas, para evitar el contagio de COVID-19, en una abierta contradicción a lo recomendado por las autoridades sanitarias.
Argumenta que tanto el ciudadano secretario del ramo, como el ciudadano subsecretario López Gatell, le han expresado que no es necesario el uso de cubrebocas si se guarda la sana distancia, con lo que envía un claro mensaje a la población.
Fuera cubrebocas, con guardar la sana distancia es suficiente, es el trasfondo del mensaje.
Y de paso, el ciudadano presidente dejó mal paradas a las autoridades municipales y estatales que han colocado en el nivel de exigencia, e incluso penalización el uso del cubrebocas, así como a quienes encontraron en la fabricación y comercialización de ese aditamento, una fuente de ingresos.
Sin duda, el ciudadano presidente tiene todo el derecho de expresar su postura, pero es claro que en este caso, cuando la pandemia no está controlada y en todos lados se pide usar cubrebocas, sus palabras son más que perniciosas.
Pero, simple y sencillamente, al parecer lo único que le preocupa al ciudadano presidente, como siempre es defender su postura, sin importar las consecuencias.
Finalmente, habría que preguntarse, para que tanta recomendación si con guardar la sana distancia es suficiente.
Cubanos
El monto pagado por el apoyo de médicos y enfermeras de Cuba, que apoyaron a México, en la pandemia de COVID-19 es tema de polémica, más allá de sus resultados porque cuestiona la capacidad de los profesionales de la salud mexicanos.
Evidentemente la polémica sobre el particular dará mucho en el plano político.
Río revuelto
El ciudadano senador Ricardo Monreal trata de aprovechar el río revuelto que representa la especulación sobre los alcances de las declaraciones del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, para especular sobre las presuntas presiones en el cabildeo y aprobación de otras reformas.
La urgencia de recuperar el respaldo popular de la cara a la elección intermedia es más que evidente, de ahí que se enarbole en todo lo alto la bandera del combate a la corrupción, por más que al momento las redes luzcan vacías.