Por Alex Villegas..
El ciudadano presidente peca de optimismo al afirmar que se está domando a la pandemia de COVID-19, cuando el país se encuentra en el pico de contagios, y su administración es exhibida en medios internacionales, por no proporcionar datos reales sobre decesos.
Evidentemente la expresión busca favorecer la percepción social en torno a las acciones de su administración, pero de ahí a afirmar que se está domando a la enfermedad hay una enorme distancia.
Pareciera que los juegos verbales, son uno de los principales recursos del ciudadano presidente, por más que en ellos se aprecien yerros más que evidentes.
Tal es el caso del tan reiterado retorno a la nueva realidad. Ello debido a que para regresar a un lugar a situación previamente se tendría que estar en ella, pero eso no ha sucedido.
Lo que realmente sucederá es que como sociedad tendremos que modificar nuestro comportamiento y adoptar como permanentes, nuevas pautas de conducta, por lo que si acaso entraremos a una nueva realidad social, económica e incluso laboral. Esto si es una transformación del comportamiento social.
No cabe duda que en su afán de conservar el respaldo del respetable, el ciudadano presidente no duda en utilizar expresiones por más inadecuadas que sean.
Seguros
El seguro, por 50 mil pesos, que se anunció para todos los trabajadores de la salud que fallezcan a causa del COVID-19 es más que adecuado, por el respaldo que representa en el plano financiero.
Sin embargo, algo de lo que poco o nada se habla es del apoyo que debieran tener todos los deudos de los ciudadanos fallecidos, para hacer frente a los gastos funerarios, que no son menores. Y mucho menos de lo que sucede con las criptas y en los panteones, ante un incremento de su movimiento habitual.
En este punto, hasta donde se aprecia, el ciudadano presidente, al igual que gobernadores y alcaldes, le sacan la vuelta y dejan que la colectividad asuma el costo.