Por Alex Villegas..
Asegurar que la apuesta de su gobierno, en materia de recuperación económica funciona, es una declaración arriesgada por parte del ciudadano presidente.
Frente a los números del INEGI, sobre el comportamiento del PIB en el segundo trimestre del año, que colocan al país, en una evidente situación de crisis, el ciudadano presidente responde con declaraciones de difícil sustento.
Cifras preliminares del INEGI indican que el Producto Interno Bruto descendió un 17.3% entre abril y junio, frente a una caída del 1.2% en el primer trimestre del año.
El desplome de la economía nacional, durante el segundo trimestre de 2020, se ubica en 18.9 por ciento, casi una quinta parte que no puede ser desestimada por casi nadie, solo por alguien mal informado, simplemente con un alto optimismo, o alguien ansioso de mantener sus niveles de aprobación y respaldo social como el ciudadano presidente.
En este caso, el ciudadano presidente no tiene otras cifras, sino otra visión que aprecia una recuperación económica.
Una situación que podría colocar a México por encima de otras naciones, frente al comportamiento de una economía internacional que atraviesa por una crisis prolongada.
Medicamentos
El ciudadano presidente vía el Poder Legislativo logró las modificaciones necesarias para modificar la ley en materia de adquisiciones, para comprar los medicamentos necesarios incluida la vacuna del COVID-19, cuando exista, en el mercado internacional sin licitación previa.
En este contexto, se anotó un punto a favor frente a la inconformidad de la industria farmacéutica nacional que ve afectados sus intereses.
En paralelo, se confirma la tendencia de la administración del ciudadano presidente, enfocada a privilegiar la asignación de contratos de manera directa, en lo que se consideraba antaño, como una acción anómala.
Acción que demuestra que lo que antes se colocaba en la categoría de ilegal, al amparo del poder se legaliza.