Por Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente por fin se vacunó contra COVID-19, pero su ejemplo, aunque positivo llega tarde.
De poco sirve en términos de imagen y ejemplo que por fin se haya decidido a participar en la campaña nacional de vacunación, cuando él y la mayoría de su gabinete, por su edad y condición física, debieron ser de los primeros en recibir el biológico.
En consecuencia, no hay nada que aplaudir o reconocer, porque tampoco hay algo que trascienda más allá de lo normal.
Lo recomendable, hace tiempo hubiera sido que utilizara el cubrebocas y limitara su actuación tanto privada como pública, de conformidad con los protocolos sanitarios, sugeridos por el sector salud.
Lamentablemente, lo que hoy se quiere difundir como una acción con un amplio efecto mediático, solo queda para el anecdotario.
Clases
El retorno a clases en Campeche queda solo como asesorías para un número reducido de alumnos y por escasas horas.
Las clases presenciales, similares al esquema tradicional, aún estarán por mucho tiempo a la espera de mejores condiciones para su verdadera realización.
En consecuencia, bien haría el ciudadano presidente y su séquito educativo en hablar con precisión del esquema que operará en las aulas con el pretendido retorno a clases.
Pero sobretodo, lo que hay que clarificar con total precisión es si los padres de familia deberán o no firmar una autorización para que sus hijos retornen a las aulas, en algún momento, con lo que sin duda, estarían librando a las autoridades educativas y sanitarias de cualquier responsabilidad.
En el rubro del retorno a clases presenciales, por desgracia, hay mucho que clarificar.