Por Alejandro Villegas…
Hasta donde se aprecia, a la espera de resultados finales, todo indica que la colectividad se inclinó por un equilibrio entre Poderes, por más que el ciudadano presidente trate de proyectar lo contrario.
Ciertamente Morena se alza como el partido ganador, el mayoritario, pero ya no le alcanza para seguir operando como aplanadora.
A partir de ya, el ciudadano presidente tendrá que moderar su relación con el Legislativo.
Ya no podrá enviar iniciativas para que sean aprobadas sin cambiarles ni una coma.
Quiera o no el ciudadano presidente su ala Legislativa en general y él en lo particular, tendrán que cabildear con los partidos de oposición.
Aunque quizá Movimiento Ciudadano, el partido de Dante Delgado, se convierta en el fiel de la balanza, además de estar a un paso de ganar Nuevo León, el partido naranja en términos políticos cobra una importancia singular.
Al momento el ciudadano presidente tiene en el Legislativo, como respaldo además de los legisladores de Morena, a los del PT y PVEM, por lo que sumar como aliados a los representantes de Movimiento Ciudadano será vital, para la continuidad de la 4T.
En concreto, lo quiera aceptar o no el ciudadano presidente, la ciudadanía a través de su sufragio decidió acotar sus alcances en términos de definición del devenir nacional.
Sus números y argumentaciones son tan válidos, como los de cualquiera, pero dos más dos, siempre sumarán cuatro. Y el intento de regresar a la etapa del presidencialismo todopoderoso, quedó sepultado.
Revés
Los candidatos de Morena que obtuvieron un resultado desfavorable en la jornada electoral del 6 de junio, constataron en carne propia que no basta con un emblema o el respaldo verbal de su líder histórico, por más alto que esté el púlpito, para ganar.
Sobretodo aquellos que aspiraban a la reelección, porque a fin de cuentas la ciudadanía les cobró la factura por su desempeño, por debajo de las expectativas sociales.
Por su parte, el gran perdedor de la contienda sin duda será Redes Sociales Progresistas que todo indica dejó de contar con el respaldo de magisterio organizado del país, con cuyos votos, sin duda habría conservado el registro de manera holgada.