Por Alejandro Villegas…
A 18 días de que se cumplan dos años de inicio de la 4T, la evaluación social en el plano individual es obligada. Cada ciudadano debe establecer si desde su perspectiva, el ciudadano presidente ha cumplido o no.
Más allá de lo que argumenten tanto el ciudadano presidente como su séquito, o la oposición en conjunto, además de los críticos y apoyadores mediáticos, lo que realmente importa es lo que percibe el ciudadano común, el pueblo bueno, en términos de calidad de vida.
La actuación del ciudadano presidente y sus colaboradores, en rubros, fundamentales como seguridad, salud y trabajo al amparo de la pandemia de COVID-19, en la actualidad cobran mayor importancia, en la evaluación social.
Frente a la determinación social no valen argumentos.
Y de manera obligada, el ciudadano presidente lo sabe, esa evaluación se hará presente en las urnas.
Vacuna
La aplicación de la vacuna, aún en fase de prueba, de Cansino en México trata de ser proyecta como un avance singular, por parte del gobierno del ciudadano presidente.
Sin embargo, no hay que sobredimensionarlo. Se trata solo de pruebas que llevarán a perfeccionar la vacuna y en todo caso a evaluar su eficacia, para que las autoridades sanitarias internacionales, avalen su producción.
En concreto, aún falta mucho trecho por recorrer, para que se controle la vacuna, como trató de asegurarlo el ciudadano secretario de salud, secundando la que ha sido una posición persistente del ciudadano presidente.
Por desgracia, la apreciación de la realidad se opone de manera avasalladora al discurso oficial.
Si bien le va al país, apenas en el segundo trimestre de 2021, iniciará la aplicación generalizada de una vacuna que se producirá a marchas forzadas, y de ahí a que se vacune a toda la población, hay un largo trecho.