Por Alejandro Villegas…
Los recursos que se requieren, tan sólo, en Tabasco para atender a los damnificados por los fenómenos naturales, aún sin ser cuantificados, son cuantiosos y representan un reto enorme para el ciudadano presidente.
Y de la mano, del reto, las expresiones que cuestionan la desaparición del Fonden, son generalizadas, y no pueden ser ignoradas, sobre todo porque están ligadas al cuestionamiento social de los damnificados.
Si, en el pasado reciente, Tabasco se distinguió por no atender de manera adecuada, en términos de cobertura, a los damnificados de fenómenos naturales, como lo había comprometido el ciudadano presidente, el precedente es negativo y fortalece las inquietudes.
Si en esa ocasión, no se pudo realizar un censo veraz, es posible que en esta ocasión tampoco se logre, y haya damnificados que no alcancen a recibir el apoyo gubernamental.
Además, por supuesto que, dadas las condiciones sanitarias de emergencia, no se descarta el hecho de que el rebrote de COVID-19 sea mayor en Tabasco.
De cualquier forma, el panorama no es el más adecuado para el ciudadano presidente, en este momento, quizá por ello insista en sus mañaneras en remarcar las acciones que lleva a cabo su administración para combatir la corrupción del pasado.
Apoyo
La ampliación del convenio con hospitales privados, en el marco de la pandemia de COVID-19, aunado a las medidas extraordinarias que han tomado otras entidades del país, además de la Ciudad de México y Chihuahua, ponen de manifiesto la gravedad que aún representa el coronavirus.
Y permite cuestionar el señalamiento del ciudadano presidente en el sentido de que no apoya la imposición de medidas coercitivas, para evitar el contagio y apuesta a la buena disposición del pueblo bueno, para controlar la pandemia.