Por Alex Villegas..
Con la firma para comprar vacunas, medicinas y equipo médico en el extranjero, el ciudadano presidente ya tiene el aire para las llantas, ahora solo le falta el auto.
Y de paso, denostó y menosprecio a la industria farmacéutica nacional, cuyos directivos podrían tener una reacción adversa.
El Acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) enfocado a compras consolidadas de medicamentos, equipos médicos y vacunas en el exterior a precios competitivos, está muy lejos de ser la panacea.
Con ese instrumento por sí solo no se puede garantizar el abasto de vacunas, equipos médicos y medicamentos, mucho menos el acceso a los servicios de salud, por parte del grueso de la colectividad.
La acción del ciudadano presidente en busca del reflector social y el aplauso del respetable, se traduce en una patada al avispero que tarde que temprano terminará por revertirse.
Al momento, no existe la vacuna contra el COVID-19, por lo que está lejana su producción y comercialización, al tiempo que los ventiladores y demás equipo médico no terminan de llegar en las cantidades necesarias, a pesar de que se han intentado adquirir en el extranjero, al igual que los medicamentos.
El tiempo y las circunstancias terminarán por demostrar los alcances del Acuerdo que hoy se celebra con bombo y platillo.
Estados
Los desencuentros de mandatarios estatales con el ciudadano subsecretario López Gatell permanecen.
La carencia de una coordinación efectiva no puede desestimarse, sobretodo por los efectos negativos que puede tener en la salud de los mexicanos.
Pero ello, parece importarle poco al ciudadano presidente, quien aprecia -al parecer- en esa falta de coordinación la oportunidad de tener a quien poder endosarle la culpa de los descalabros de su administración, en el combate y control del COVID-19.