Por Alex Villegas..
El ciudadano presidente se mantiene en el desarrollo y atención de su agenda personal, en tanto el país no termina de superar el episodio de contagios de COVID-19.
El desarrollo de su segunda semana de giras estatales y su discurso así lo ponen en evidencia.
El ciudadano presidente trata concentrarse en temas de su propia agenda, por ejemplo, con diferendos con medios de comunicación, orientadores de opinión e incluido periodistas o conductores, para dejar atrás el COVID-19, y la necesidad de que el país se reactive en términos económicos y sociales de una manera saludable y bajo la conducción de un verdadero estadista.
En tanto el semáforo nacional aparece vario pinto, sin que se haga presente el anhelado verde, el ciudadano presidente aún no presenta un programa de reactivación económica que contemple la participación de los tres niveles de gobierno y el sector empresarial.
No cabe duda, la agenda del ciudadano presidente está más que definida y el COVID, es un tema que ha dejado que sea atendido por las autoridades sanitarias y los mandatarios estatales, por el riesgo que representa para su imagen y nivel de aprobación.
Trata de cruzar el pantano, sin que se manche su plumaje.
Puebla
La presencia del ciudadano presidente en Puebla poco o nada servirá para elevar la apreciación del trabajo que desarrolla el ciudadano gobernador.
Puebla se encuentra en una situación complicada no sólo por el COVID-19 y la inseguridad, sino por aspectos tan elementales como la carencia de coordinación y entendimiento, entre el ciudadano gobernador y la ciudadana alcaldesa de la capital estatal, quienes a querer o no tendrán que tratar de mostrar un rostro diferente ante el ciudadano presidente o bien aprovechar la oportunidad para exhibir aún más sus diferencias.