Por Alex Villegas..
En toda gestión los resultados son determinantes, al igual que el cumplimiento de los compromisos y las palabras. Sin ello, tarde que temprano el respaldo y la confianza terminan.
Sin embargo, el ciudadano presidente mantiene firme su propósito de continuar en campaña contra conservadores y neoliberales, en una suerte de malabar que busca que el animo social se prolongue por tiempo indefinido, con el recurso verbal más allá de los resultados que no acaban de llegar.
En paralelo, impulsa la idea de una cuarta transformación que no acaba ni de comprenderse ni de concretarse.
En tanto que en el espectro político se aprecia el resurgimiento del presidencialismo de los mejores años de la era priista, cuando el titular del Ejecutivo dictaba línea y controlaba a los integrantes de los poderes Legislativo y Judicial, al tiempo que realizaba interminables giras para darse baños de pueblo y aparecer ante la colectividad como el gran benefactor.
Contagio
A querer o no, la administración del ciudadano presidente salió a reconocer que en quince días podría presentarse un contagio masivo de coronavirus.
El riesgo crece y, por tanto, es necesario apaciguar los ánimos sociales, antes de que surja una protesta generalizada.
Las medidas de prevención y detección se incrementarán, con la participación determinante de la ciudadanía, pero lo claro desde ahora es que la capacidad de atención médica, suministro de medicamentos y hospitalización, están más que en duda.
Por tanto, bien haría el ciudadano presidente, en comenzar a tomar las previsiones del caso, para que su imagen no quede más deteriorada de lo que está en este momento.