Por Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente busca una sumisión total a sus designios, no admite ningún tipo de oposición. De ahí que una vez más recurra a victimizarse y promover ahora que el Consejo de la Judicatura investigue al juez que frenó la reforma eléctrica.
Usa un esquema similar al que aplicó a la Auditoría Superior de la Federación, con el fin de doblegar al Poder Judicial y lograr una sanción al magistrado que se atrevió a dictar un resolutivo adverso.
No cabe duda que el ciudadano presidente, anhela recuperar e incluso acrecentar el poder sin límite de que gozaba el titular del Poder Ejecutivo en los mejores tiempos del priismo, para ejercer un poder sin límites, ni adversarios.
El ciudadano ministro presidente de la SCJN y el Consejo de la Judicatura al igual que el resto de los integrantes del Poder Judicial están en la mira del ciudadano presidente, aunque la atención se centre en el magistrado que frenó la reforma eléctrica.
El mensaje es claro, el ciudadano presidente recurrirá todo falló adverso y hará sentir al responsable, parafraseando a un clásico, toda la fuerza del Estado.
El recurso de la victimización, aunado a la retórica que esgrime los derechos ciudadanos del ciudadano presidente, sirven en el plano histriónico para buscar el respaldo del pueblo bueno, pero sin duda a no pocos ciudadanos los llevará a recordar aquella expresión de “ya chole”, para aplicarla a la postura teatral del ciudadano presidente.
Clases presenciales
El anuncio del ciudadano presidente de que antes de que termine el actual ciclo escolar se retomarán las clases presenciales y previamente se vacunará a todos los trabajadores del sector, contrasta con lo que aprecia el grueso de la sociedad.
De entrada, no se ha terminado de vacunar a los trabajadores del sector salud, enfocados a la atención de los enfermos de COVID, y la inoculación de adultos mayores avanza más lento de los que podría desear.
Además de que el arribo de las vacunas, si bien es ampliamente cacareado, está lejos de reflejarse en un avance significativo en la vacunación de la población en general.
En consecuencia, creerle al ciudadano presidente que el retorno a clases presenciales está próximo, es más un acto de fe que de cordura. Un símil de jugar mentirosa, pues.