Por Alejandro Villegas..
El ciudadano presidente mantiene como prioritarias las obras que pretende dejar como legado a la nación, sin considerar que a partir de la situación económica las necesidades sociales deben estar por delante.
Parece que aquella consigna de campaña que afirmaba que primero son los pobres, quedó en el pasado.
En la actualidad, a partir de la modificación de las actividades económicas que obligó a tomar la pandemia, no son pocas las familias que han visto mermada su economía y por ende su calidad de vida.
Ciertamente existen programas sociales que apoyan a grupos vulnerables, pero a la fecha, no hay acciones extraordinarias enfocadas a atender los efectos negativos de la pandemia en la economía social.
Quienes al momento no han podido incorporarse a la actividad económica, son los más afectados, pero también hay otros que vieron mermados sus ingresos y en el extremo aquellos que han caído en moratoria ante bancos y casas de préstamo.
En tanto los recursos para las obras prioritarias del ciudadano presidente, en concreto el aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, no dejan de fluir.
Parece que hoy el lema cambió por Primero las obras.
Pandemia
El rebrote de pandemia de COVID-19 o al menos su permanencia son innegables. Los casos de senadores contagiados, sumados a los integrantes del gabinete e incluso gobernadores, dejan mal parado el optimismo del ciudadano presidente.
No es necesario un informe científico, simple y sencillamente es cuestión de revisar la información y verificar el entorno social, para darnos cuenta de que los casos de COVID-19 están ahí y dan cuenta de que la pandemia está presente y lejos de ser controlada solo con optimismo.
Puede ser positivo que se pruebe una vacuna en el país, pero de ahí a que sea una solución de fondo hay una enorme distancia.
El rebrote apenas comienza y todo apunta a que 2021 será una réplica de 2020, en lo que hace a medidas de prevención.