Por Alex Villegas…
El ciudadano presidente mantiene el ritmo de sus giras proselitistas de fin de semana, alternadas con las conferencias mañaneras, en lo que sin duda se trata de un gran esfuerzo de proyección política.
Sin embargo, lo malo es que, pese a su discurso machacón de cambio, combate a la corrupción y la reiteración de que todo va bien, en el país, pero primordialmente en el bolsillo de los ciudadanos de a pie, los pretendidos beneficios no se perciben.
La mejoría en la calidad de vida del grueso de la población ligada a una incesante movilidad social no se perciben.
No obstante, lo que sí permea es la operación de un amplio número de programas sociales orientados a fortalecer el músculo social lopezobradorista y por supuesto de Morena.
En esa tesitura, en materia de proselitismo político materializado en la adhesión a cambio de la participación de programas sociales, el ciudadano presidente si puede presumir de singulares dividendos.
Vigilancia
Los ajustes realizados y aprobados al TMEC, tuvieron un dardo envenenado. La buena fe y el apresuramiento, llevaron a los negociadores mexicanos a no percibir que se autorizaría la presencia en México de funcionarios estadounidenses encargados de vigilar la aplicación de la reforma laboral en el país.
La presencia de agregados estadounidenses a decir del subsecretario Seade no se consultó y se determinó de una decisión de carácter unilateral.
En el fondo, en poco tiempo se comprobará la forma en que terminará por doblegarse el ciudadano presidente, con el tan sobado argumento del respeto.
Barbosa
El Primer Informe de Miguel Barbosa Huerta al frente de la administración poblana pasó sin pena ni gloria.
Los avances y logros presentados palidecen ante la realidad que enfrentan de manera cotidiana las y los poblanos.
Barbosa se ajustó al requerimiento legal y protocolario al entregar al Congreso poblano su primer informe.
Pero lo que de plano se llevó el día, fue la determinación de que fuera el secretario de Educación y no el de Gobernación quien realizara la entrega al Congreso poblano.
Ello sin duda, más allá de lo novedoso, sirvió para proyectar la distancia que existe entre el mandatario poblano y Fernando Manzanilla, quien al menos en teoría debiera ser, después de Barbosa, el hombre más sólido e influyente de la administración poblana.
El célebre Jesús Reyes Heroles, no en balde acuñó aquella frase que advierte que en política la forma es fondo.