Por Alejandro Villegas…
A su manera, el ciudadano presidente inaugura con bombo y platillo las instalaciones militares de Santa Lucía, como si se tratara de la nueva terminal aérea, en un acto más de efectismo político con el que busca ganar el aplauso del respetable.
A poco más de un año del plazo fijado para que el Felipe Ángeles entre en operación, la base aérea militar de Santa Lucía tiene nueva pista e instalaciones, en tanto los trabajos de conectividad en torno al proyecto se aprecian lejos de concretarse en el plazo establecido.
En ellos tanto el gobierno federal a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes como, primordialmente el Gobierno del Estado de México, tendrán que trabajar a marchas forzadas para concluir las vías de comunicación terrestre que permitirán conectar la nueva terminal área con el aeropuerto de la Ciudad de México, que no dejará de funcionar.
En tanto, poco es lo que se habla de los trabajos que se realizarán en el aeropuerto de Toluca, que como se anticipó en su momento, formará parte de un complejo de tres terminales aéreas.
Por lo pronto, en el Día de la Fuerza Aérea Mexicana, en una ceremonia a modo, el ciudadano presidente hace gala del efectismo, para tratar de proyectar una imagen propicia en torno al cumplimiento de metas, a pesar de los efectos económicos y sociales de la pandemia en el país.
Pese a todo, la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles avanza, aunque sólo se muestren en aparente operación las instalaciones de la Fuerza Aérea Mexicana.
Aunque lo más destacable, al momento es que por primera ocasión el ciudadano presidente, integrantes de su gabinete, representantes de los poderes Legislativo y Judicial, así como de medios de comunicación, compartieron un vuelo, de pocos minutos de duración, para aterrizar en la pista de la base militar de Santa Lucía.
El efectismo avanza, como elemento de promoción y satisfacción personal del ciudadano presidente.
Redes
Las criticas y reacción de los usuarios de redes sociales, en torno a la iniciativa que promueve el ciudadano senador Ricardo Monreal, para normarlas, evidentemente influyeron en la determinación de posponer su presentación.
Evidentemente la colectividad digital no respalda la pretensión inquisidora de la administración del ciudadano presidente, que busca someter a sus designios a directivos y usuarios de las redes sociales y fungir como árbitro máximo de lo expresado.
En el plano cibernético, el concepto de libertad de expresión, es mucho más amplio y universal que la concepción que pueden tener el ciudadano presidente y su séquito, quienes al parecer gustan del sometimiento pleno a sus designios, bajo la premisa de que quien no está con ellos, está en su contra y debe ser sometido a cualquier precio.
Pero en esta ocasión dejan de lado que podrían tratar de realizar una acción extraterritorial, en un plano que no pueden normar.