Por Alejandro Villegas…
Las cifras de decesos en México por COVID-19 del Inegi y las autoridades de salud, ponen de manifiesto de nueva cuenta la carencia de precisión, que permite cuestionar la transparencia de la administración del ciudadano presidente.
Ciertamente, no se trata de un tema novedoso, porque ya con anterioridad la autoridad sanitaria reconoció la carencia de precisión en el conteo oficial, en una suerte de desface pernicioso.
Las cifras no son menores, dado que la diferencia de 33 mil 641 decesos, representa una parte significativa que debe sumarse a los 153 mil 639 decesos que la autoridad reconoce a la fecha, con lo que el número de fallecimientos por COVID-19 podría llegar a los 187 mil 280 mexicanas y mexicanos muertos.
Es claro que no se trata de una diferencia con entidades diferentes a la administración pública, sino de una falta de coincidencia entre dependencias oficiales sobre un mismo tema, que debe inquietar a la sociedad.
La credibilidad gubernamental está en duda, al menos en lo que hace al conteo de decesos por COVID-19.
Elección
El proceso electoral 2021 está en marcha. La cita en las urnas para el 6 de junio se mantiene en pie, en tanto los partidos políticos no logran captar la atención social, en torno a sus propuestas.
La colectividad mantiene centrada su atención en la evolución de la pandemia y su consecuente aplicación, lo que sin duda se reflejará en un nuevo triunfo de la coalición conformada por el escepticismo, la indiferencia y el abstencionismo.