Por Alejandro Villegas…
Ni tarda ni perezosa el ala legislativa de Morena se apresta a regular a las redes sociales, a su manera, para cumplir el deseo del ciudadano presidente, en lo que puede traducirse en un intento de sometimiento, en nombre de la libertad de expresión.
Desde el Senado, con el ciudadano senador Ricardo Monreal a la cabeza, presenta una iniciativa para modificar la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, que en los hechos le permitirá decidir que redes sociales operan o no el territorio nacional.
En paralelo, se anticipa un escenario en el que el Legislativo buscará cabildear con los representantes de las redes sociales en el país, para que acepten ser regulados.
Sin embargo, en el fondo no puede dejar de apreciarse que la operación de las redes sociales es extraterritorial y no puede circunscribirse al país, así como el hecho de que todo usuario, incluidos políticos, funcionarios e instituciones tanto públicas como privadas o sociales al inscribirse en las redes sociales para su uso aceptan los términos y condiciones para su uso, establecidas por los operadores.
No hay engaño, ni mala fe, en el fondo lo que buscan las redes sociales es evitar la difusión de noticias falsas, información inapropiada o un comportamiento pernicioso por parte de los usuarios, como sucedió en el pasado reciente con el presidente Trump.
En el fondo, lo que busca el ciudadano presidente, con la anuencia del Legislativo morenista, es evitar que las que en otro tiempo fueron las benditas redes sociales y que tanto sirvieron a sus propósitos de campaña, estando literalmente a su servicio, frenen su acción abierta de proselitismo a favor de la 4T.
No quiere permanecer al margen de la contienda electoral, por más que la ley y la civilidad política así lo establezcan.
Obviamente que la libertad de expresión debe ser defendida, pero hay límites que no puede rebasar nadie, por más que tenga la banda presidencial ceñida al pecho.
Aprobación
La Cofepris se apresta a aprobar la aplicación de emergencia de la vacuna rusa contra el COVID-19, en lo que se traduce en una acción que sirve al ciudadano presidente para cumplir el compromiso asumido con el mandatario Vladimir Putin.
La Sputnik-V se sumará a las diversas vacunas que se aplicarán en el país, a la población, ante lo cual habría que cuestionar si cada uno de los receptores será informado sobre la procedencia de la vacuna que se aplique.
Además, de que a la fecha, el ciudadano subsecretario López Gatell no ha informado sobre las eventuales reacciones adversas que pudieron tener quienes han sido inmunizados, para que la población cuente con un panorama completo sobre el particular.