Por Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente le tiene tanto respeto a Donald Trump que no se atreve a felicitar a Joe Biden por su triunfo. Se escuda en la civilidad, la diplomacia y la legalidad.
No sigue el ejemplo, entre otros, de Justin Trudeau y Angela Merker.
En el fondo teme una represalia, en lo inmediato, aunque no lo reconozca por parte del inquilino de la Casa Blanca, pero desestima la conveniencia de comenzar a tender puentes de entendimiento con el próximo presidente de los Estados Unidos.
Cuidar las formas, siempre será importante, pero en este caso, todo indica que la apuesta del ciudadano presidente puede resultar arriesgada.
Las criticas y cuestionamientos vertidos por doquier, dan cuenta de la confrontación social que provocó el ciudadano presidente con su postura.
Ojalá conserve la misma en todos los casos similares y no se anticipe, en el futuro a felicitar a cualquier ganador de una elección, nacional o de otro país, sin que haya concluido el proceso legal. Y sea una ganador firme.
Pandemia
La próxima celebración del Día de la Virgen de Guadalupe pondrá de nueva cuenta a prueba a la colectividad, como hoy lo está con la celebración del buen fin, por aquello de conservar las medidas de prevención y distanciamiento social, para evitar un rebrote de la pandemia de COVID-19.
Por lo pronto, hay que tomar en cuenta que el escenario de salud, en el que inició un largo Buen Fin, no es el mejor, y en el corto plazo, podría incrementarse el número de contagios y consecuentemente de decesos.
Sí por México
La eventual conformación de un frente opositor bajo la denominación, Sí por México, de concretarse será para el ciudadano presidente y su séquito, una prueba de su propia medicina.
Solo es cuestión de que los pretendidos aliados, dejen de lado las controversias y avancen solo el mismo carril.