Por Alejandro Villegas…
El desarrollo de la vacuna mexicana contra COVID-19, comprometida por el ciudadano presidente avanza con rapidez, lo que puede representar una medalla significativa para el inquilino de Palacio Nacional, lo que queda en duda es el expertis de los científicos nacionales y el nivel de eficacia del biológico.
De acuerdo a lo expresado por autoridades sanitarias, los ensayos en animales están avanzados y en breve podría iniciar la etapa de prueba en personas.
En consecuencia, en el mediano plazo, México contaría con la vacuna denominada “Patria” por el ciudadano presidente, para contribuir al control de la pandemia.
Sin embargo, al momento, de vote pronto surgen algunos asegunes que es preciso aclarar, en el marco de una administración que hace alarde de la transparencia.
Inquietudes, en concreto sobre la inversión económica, el eventual costo de producción y por supuesto, los integrantes del equipo que participa en el desarrollo de la vacuna, así como si se cuenta con alguna asesoría por parte de científicos especializados de otros países, son algunos de los asegunes que con toda seguridad estarán en la mente de no pocos ciudadanos.
No se trata solo de una acción de malinchismo, sino de la necesidad de brindar información clara y precisa que brinde certeza a la población que con toda seguridad terminará por recibir la vacuna.
Evidentemente no se trata de una simple acción de envasado y distribución como el que ya se realiza en territorio nacional, sino del desarrollo de una vacuna propia, que llegado el caso puede ser exportada a otras naciones.
No es poco lo que está en juego, más allá del prestigio nacional, podrían estar sobre el horizonte afectaciones físicas e incluso la muerte de ciudadanos.
En este tenor, el ciudadano presidente debiera ser el principal interesado en que el desarrollo de la vacuna pase por un proceso abierto de transparencia.
Abyectismo
La defensa a ultranza del ciudadano presidente en el caso de Félix Salgado Macedonio, así como la línea que lanzó a los consejeros del INE para que se imponga una sanción leve, en lugar del retiro de la candidatura para acatar el veredicto del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, confirman el horizonte de control máximo de las instituciones al que aspira.
No cabe duda que el ciudadano presidente avanza en el retorno de la era de máximo poder del Ejecutivo, que caracterizó a los gobiernos priistas en su época dorada, en la que no había oposición, sino sumisión y abierto abyectismo.