Por Alejandro Villegas..
La visión optimista de control de la pandemia de COVID-19 del ciudadano presidente, se confronta con el 9.4 por ciento de la población que de acuerdo al ciudadano subsecretario López Gatell ha sido vacunada.
Sin precisar si ese menos del 10 por ciento ya cuenta con el esquema completo, o no, es elemental establecer que falta al menos 90 por ciento de la población por vacunar.
A cuatro meses del inicio de la campaña de vacunación, la realidad es que el nivel de avance se antoja mínimo frente al enorme reto que representa vacunar a la población nacional.
Ciertamente se dijo que no se vacunaría en principio a toda la población, pero aún así no se informa con precisión sobre el volumen de la población objetivo que falta de inocular.
Incluso, ni siquiera se puede afirmar que todo el personal de primera línea del sector salud haya sido vacunado o cuando concluirá su vacunación.
Así como tampoco se ha concluido la vacunación de adultos mayores a nivel nacional. La administración del ciudadano presidente no informa si la campaña abarcó a la fecha, la totalidad de los municipios del país.
Una cosa es que un sector de la población decida no vacunarse y otra muy distinta que no se haya brindado esa posibilidad a los habitantes de todos los municipios del país, de lo que al parecer no se informa con precisión.
Aunque, hoy el ciudadano presidente señale que el sector de la población de adultos mayores que falta de vacunarse, será convencido de que acuda a inocularse, en una acción que está lejos de poderse garantizar.
En tanto, el hecho de que la aplicación de la vacuna avance en el sector educativo, solo representa la apertura de un frente más, sin que se hayan cerrado los abiertos previamente, al igual que sucede con la apertura del registro para la población de entre 50 y 59 años.
El ciudadano presidente abre muchos frentes, en el campo de la vacunación con el propósito de mostrar avances, pero la realidad es que se avanza lento, como quedó de manifiesto con las cifras presentadas por el ciudadano subsecretario López Gatell.
Guerrero
El ciudadano Félix Salgado Macedonio aceptó lo que antes había negado, para culpar a Morena de su falta.
Ante los magistrados electorales afirmó haber entregado a Morena su informe de gastos de precampaña, y le endosó la culpa por no haberlo entregado al INE.
Y con ello aceptó que si hubo precampaña y que se realizó, al menos el referido informe, pero de inversión en el proceso no habló.
Sin embargo, al hacerlo exhibió a Morena en general y a él, en particular, al menos como mentirosos.
Entonces sí hubo informe, es que hubo precampaña, no como se afirmó dolosamente, y por esa vía, sumada a la generosidad de los magistrados, es casi seguro que le sea repuesta su candidatura, eso sí con una sanción leva a nivel de regaño.
La candidatura a la gubernatura de Guerrero bien vale un mea culpa.