Por: JORGE PÉREZ RODRÍGUEZ Y PÉREZ*
En las pasadas elecciones, MORENA y los Partidos Políticos con quienes participaron en alianza no alcanzaron la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, objetivo fundamental para consolidar la Cuarta Transformación, por lo que el Presidente de la República, anunció que presentará una reforma política electoral, para eliminar la figura de los Plurinominales en la Cámara de Diputados y de Senadores, modificaciones al Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así como revisar el financiamiento a los Partidos Políticos, con el argumento principal del gasto que significan en una administración que se rige bajo el principio de la austeridad republicana.
Resalta la eliminación de los 200 Diputados de representación proporcional de la Cámara, por ser el espacio de dialogo entre la sociedad y el gobierno, por lo que especialistas en el tema defienden y justifican dicha figura para limitar la sobrerrepresentación ante ese órgano legislativo, incluso ante los excesos que cometen los Partidos para beneficiar a familiares, amigos y políticos que han sido señalados por actos de corrupción y que si se presentaran en una elección por un distrito uninominal difícilmente ganarían.
Por otra parte la sociedad, sin saber el papel que juega la figura de representación proporcional, en nuestro sistema mixto, los rechaza por que asocia a políticos que no fueron votados, sin saber que la representación proporcional en 1977, fue una concesión del Partido hegemónico para contener el deseo de un pueblo que rechazaba el autoritarismo, por lo que se aprobaron 100 Diputados plurinominales, los cuales en 1986, se aumentaron a 200, como consecuencia de una sociedad civil que después del sismo de 1985, quería que se le tomará en cuenta, lo cual hizo posible que las minorías tuvieran voz y voto en el poder legislativo. La responsabilidad de postular candidatos por esta vía es de las cupulas de los Partidos y debe ser revisada.
El Presidente, debe ser cuidadoso puesto que una reforma constitucional requiere mayoría calificada en la Cámara de Diputados, con la cual no contará y mucho menos con el apoyo de los Partidos de oposición, por lo que puede mandar un mensaje que sólo busca atraer la atención de un pueblo que esta cansado del papel de los Partidos Políticos y hacerlos ver como malos si se oponen, cuando lo que México necesita es de gobiernos que den resultados con servicios públicos eficientes y de calidad, que sin duda el pueblo apoyará antes que la polarización y la descalificación.
* Promotor de Políticas Públicas desde la Sociedad Civil