Por Ricardo Burgos Orozco
Caminaba un mediodía reciente hacia Plaza Universidad, con un fuerte Sol, cuando lo vi de lejos parado pidiendo dinero afuera de una de las salidas de la estación del Metro Zapata de la Línea 12. Es un hombre de aspecto sencillo; se ve hombre de campo, sombrero, camisa beige, pantalón negro y un cubrebocas mal puesto.
A su lado, pegado en uno de los cristales de la entrada a la estación, tenía un cartelón dirigido al presidente de la República solicitando se le haga justicia por el despojo de sus tierras. Le di 15 pesos que traía y le hice plática para conocer más de su queja y de él.
Se llama Pedro Gines Romualdo; es originario de San Nicolás Totolapan, de la alcaldía Magdalena Contreras en la Ciudad de México. Hasta 2015 era muy feliz cosechando cinco mil metros cuadrados en una huerta con 500 árboles frutales y mil matas de nopal. Ahí mismo vivía con su esposa y sus hijos en tres casas de concreto.
Pedro Gines Romualdo adquirió esos terrenos en 1978 por cesión de derechos. Me comentó que las trabajó durante 40 años y de pronto le dijeron que debía entregarlas porque las había adquirido de manera irregular. Las envidias y las ambiciones de la gente porque veían que me iba muy bien con las cosechas, me dijo.
Durante varios años batalló sin recursos económicos contra quienes deseaban arrebatarle su patrimonio. Acusó directamente al comisariado ejidal de su poblado. Señaló que hace 19 años ganó el juicio por sus tierras, pero no respetaron la ley y hace seis años lo desalojaron con la fuerza policiaca. Según Pedro, llegaron 100 granaderos para sacarlo de su casa con todo y familia.
Ahora el comisariado ejidal – apuntó Pedro – ya vendió mil metros de esos terrenos. Agregó que está consciente que difícilmente le van a regresar su propiedad y por eso ahora está peleando que le paguen 100 millones de pesos de indemnización, aunque no tiene un abogado que esté dando seguimiento a su caso “todos tienen miedo de enfrentarse con el comisariado ejidal”, dijo.
Aseguró que un colaborador del presidente lo vio y le prometió que se iba a resolver su caso, pero no ha habido nada concreto. Mientras tanto él está viviendo en un cuartito sólo porque debido a la situación, su familia se desintegró hace tiempo, se separó de su esposa y sus 14 hijos están desempleados.
Indicó que apenas hace unos días llegó a pedir dinero a la estación Zapata del Metro, pero anda por toda la ciudad en busca de apoyo monetario. Hasta en el Zócalo se ha plantado para solicitar ayuda y una audiencia con el presidente, esperando que él “ordene le devuelvan sus tierras”.
San Nicolás Totolapan – donde tiene sus tierras Pedro Gines Romualdo — es uno de los cuatro pueblos originarios de la alcaldía Magdalena Contreras, fundado en 1924 cuando la localidad recibió la primera dotación de tierras siendo presidente Álvaro Obregón. Totolapan significa en náhuatl “Guajolote sobre el agua”.