Por Ángel Álvaro Peña
La oposición sigue considerando que los partidos políticos son un buen negocio. Por eso están en la oposición.
No puede haber un sistema de partidos con una población mayoritariamente pobre; sin embargo, los partidos PAN, PRI, PES, PT, PVEM y MC quieren seguir viviendo en el pasado. Son incapaces de vivir de las cuotas de sus afiliados porque simplemente no las pagan, por ello han tenido grandes y graves problemas financieros, sobre todo en el PRI.
La tardanza en el pago de cuotas ha obligado al PAN y al PRI a condicionar la designación de candidaturas a puestos de elección popular a estar al corriente con ellas, de hecho, en muchos casos, estos candidatos solicitan un financiamiento para pagar sus cuotas a los grupos y personajes que una vez en el poder apoyarían.
Las cuotas partidistas se convierten en el cuello de botella del financiamiento de los partidos que nadie, hasta el momento, ha llevado a cabo con rectitud ni transparencia, a excepción de Morena.
El martes 10 de diciembre, Yeidckol Polevnsky sorprendió a los propios consejeros electorales del INE anunciando que renunciaba al 75 por ciento de las prerrogativas que otorgó el pueblo a ese partido, esto es algo más que 1,420 millones pesos; sin embargo, el resto de los partidos no quieren regresar ni un peso del dinero que los mexicanos con su trabajo y esfuerzo mantienen a familias que se adueñaron de un membrete y lo convierten en negocio, ahí está el ejemplo claro del Partido Verde Ecologista de México, que lo maneja una sola familia desde su fundación, enriqueciéndose en nombre de la democracia con el dinero de los contribuyentes.
El PT y el PVEM habían anunciado desde días antes que votarían en contra, con lo que Morena sólo contaría con el respaldo del Partido Encuentro Social. Con 207 votos del PAN, PRI, MC, PT, PRD y PVEM contra 274 de Morena y PES a favor, la modificación de la ley no fue aprobada ya que se necesitaban mínimo 320 votos a favor.
Esto no sólo representa un revés para la democracia sino para los mexicanos que deberán seguir manteniendo a muchos parásitos que sólo cobran salarios altos por hacer nada, porque las actividades de los partidos políticos que por ley deben llevar a cabo simplemente no existen.
“Hoy llegó el día en que los partidos le van a tener que rendir cuentas a los electores en materia de financiamiento, si están de acuerdo o no están de acuerdo con el recorte; el dictamen va como se aprobó la propuesta de Morena, 50 por ciento de reducción, modificar la fórmula constitucional para que se reduzca a la mitad el financiamiento, y esto daría un ahorro aproximado de 2 mil 500 millones de pesos para el año que entra”, puntualizó el coordinador de la mayoría parlamentaria de Morena, Mario Delgado.
Pero la votación no sólo se vino contra la propuesta de Morena sino contra el propio Mario Delgado, quien al no crear las condiciones propicias para que hubiera consenso se descalifica solo para competir por otros cargos que no sean el de seguir una carrera sin proyecto personal y sin más responsabilidad que la que le otorgan los rutinarios días de legislador.
Mario Delgado fue el gran perdedor de esta votación porque mostró que no puede ni con el puesto que ahora ostenta.
Los partidos políticos en México, sobre todo los de oposición, deberán entender que la vieja forma de mantenerse es parasitaria, que no debe existir una democracia multimillonaria con la mitad de la población en la pobreza; sin embargo, quieren seguir en el esquema de ser mantenidos por el pueblo.
Lo que puede advertirse es que ante esta actitud los partidos políticos de oposición podrán pelear por más dinero, pero esto les acarreará menos votos en las urnas, porque han mostrado su nula sensibilidad social y su inexistente vocación de servicio. Para esos partidos políticos la política es un negocio y una manera de hacerse ricos, como ha sucedido desde hace muchos años.
Los partidos grandes obtuvieron tan poca votación que deberán, ahora sí, echar mano de sus cuotas y ser muy exigentes con sus militantes. Porque de otra manera el fin está cerca de algunos de ellos, sin importar su dimensión.
La segunda fuerza electoral, muy lejana de la primera, recibirá muchas bajas y un sinnúmero de desprecios de la población en cuanto se destape la cloaca que abrirá el caso de Genaro García Luna, donde habrá no pocos panistas y expanistas refugiados en el fuero y el disimulo.
Es cuestión de horas para que muchos panistas se salgan del PAN, otros se esconderán, otros más se ampararán, otros simplemente se harán ojos de hormiga.
Del PRI ni qué decir, pareciera estar agazapado escondiendo la vergüenza de crear las condiciones propicias para que Morena obtuviera una votación histórica. Para este partido renunciar aunque sea al 10 por ciento de sus prerrogativas sería suicida.
Mostrar al pueblo de México la avaricia que sostienen en nombre de la democracia y del sistema de partidos, seguramente le costará muchos votos a la oposición, de tal suerte que deberán inventar algo para sobrevivir. Los partidos políticos deben dejar de ser un negocio de los dirigentes para convertirse en gestores del beneficio social.
Los partidos se olvidan que perdieron ante Morena, un partido que sin dinero, pero con propuestas, pudo llegar al poder. Ellos, los otros, siempre pensaron que el dinero les hacía ganar elecciones y siguen pensándolo.
Las repercusiones que tuvo esta votación en la Cámara de Diputados se revertirán contra una oposición que, en lugar de luchar por la sociedad y hacer contrapeso, prefirió luchar por el dinero y hacer de sus líderes unos pobres millonarios sin futuro en la política. PEGA Y CORRE. – Los policías del gobierno del estado de Veracruz en lugar de contrarrestar la delincuencia que afecta a toda la población de la entidad, golpean, insultan y sacan de sus casas de cartón a 150 familias de la colonia Campestre en el municipio de Veracruz, quienes desde hace más de medio año invadieron la zona. Mujeres y hombres, con niños en brazos, exigían que les dejara quedarse allí y ofrecían comprar el lote que ilegalmente habían ocupado, pero recibieron como respuesta golpes y maltratos de los policías estatales. Esa es la política del Gobernador que dice estar de parte del pueblo… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.