Por: Abraham Mohamed
mohacan@prodigy.net.mx
La corrupción no solo se mantiene y, por lo que se vive, tal parece que crece y se encarece en todas las áreas de la política, de la administración pública, de la educación, de la seguridad, de la justicia y por qué no decirlo, también en el sector privado.
El Presidente López Obrador, persiste en la cantaleta de que el problema de la corrupción-impunidad es como una maldita herencia del neoliberalismo ejercido por las administraciones pasadas pero que sigue y seguirá trabajando para acabar eso y que la honestidad sea el orgullo que nos distinga a los mexicanos.
Se atrevió a afirmar que “el dinero ya no manda” en su gobierno, cuando a cada rato brotan imparables los chubascos de caca con sangre y muerte, a los que él les hace fuchi y que ilusoriamente (¿) sigue creyendo que va a contener o evitar solo con abrazos, sin violencia, “lavándoles el alma” a los bestiales asesinos y a los delincuentes de toda laya, resolviéndoles con “limosnas para el bienestar” las carencias que de todo tipo puedan tener los criminales, que si hoy de chiripa son detenidos, mañana salen libres “por averiguación mal integrada por el MP” o “por errores en el debido proceso”.
La amorosa idea presidencial para ayudar al prójimo que es humano, aunque sea un bestia asesina, es convencerlo de los sanos principios de “la Cartilla Moral” que está en proceso de editarse con el fin de que todos los mexicanos tengamos una para mantenernos sin maldad alguna o convertirnos en gente buena, según sea el caso, apegándonos a su lectura si cargamos con ella trayéndola cerca del corazón, o colgando del cogote.
Yo en lo personal pienso, y ojalá me equivoque, es que la imparable inseguridad y la feroz violencia va a llegar al extremo de que esa caca con sangre y muerte puede embarrar las puertas del Palacio Nacional que ya fueron grafiteadas y semi quemadas con sopletes por las mujeres activistas que reclaman la protección que no tienen de las autoridades y el implacable castigo de la Ley para quienes las violentan y en forma bestial las torturan y asesinan al grado de desollarlas y hasta han llegado a hacer lo mismo con niñas como desgraciadamente ocurrió con Fátima de apenas 7 años de edad, sacrificada hace unos días en Tulyehualco, Alcaldía de Tláhuac en CDMX.
A las reclamaciones de protección, ayuda y justicia el Presidente les respondió a las temerosas mujeres con “un razonado y humanitario decálogo” –que no lo compromete a nada- para luego pedirles que “que por favor ya no le rayen las paredes de Palacio” en sus protestas. ¿cómo vé?…..
Ah, y esto les dijo en el mentado decálogo:
1. Estoy en contra de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones;
2. Se debe proteger la vida de hombres y mujeres, de todos los seres humanos.
3. Es una cobardía agredir a la mujer.
4. Es un anacronismo, un acto de brutalidad, el machismo.
5. Se tiene que respetar a las mujeres.
6. No a las agresiones a mujeres.
7. No a los crímenes de odio contra las mujeres.
8. Castigo a los responsables de violencia contra las mujeres.
9. El Gobierno que represento se va a ocupar siempre de garantizar la seguridad a las mujeres.
10. Vamos a garantizar la paz y la tranquilidad en México.
¿Y sabe qué?….con sobrada razón, muy enojadas, mujeres lo mandaron al carajo.
Todo esto me hace pensar que si ellas, las mujeres fueron factor importante para que López Obrador llegara a la Presidencia de México porque las llenó de esperanzas con promesas de bienestar para mejorar las condiciones de vida con sus familias, -la Cuatrote-ahora se dan cuenta que tales promesas fueron falsas y se sienten engañadas, desilusionadas, con mucho miedo y muy encabronadas.
Por lo mismo así como lo hicieron ganar abrumadoramente en el 2018 la Presidencia y el Congreso, también pueden hacer que pierdan la mayoría de los candidatos que tengan su etiqueta personal o partidista en las elecciones del 2021 año en que se renovarán el Congreso y 15 gubernaturas, pues votarán en contra de todos ellos.
Ya hablan de que en vez de gritar “es un honor estar con Obrador”, como repudio gritarán “fue un error votar por Obrador”.
Eso sería el principio del fin de la vida política de AMLO con el epitafio de su fementida Cuarta Transformación de México, aunque se realice o no en el 2022, su también muy choreada Consulta Popular de Revocación de Mandato.
ADENDUM: En lo personal yo creo que las mujeres no perdonan el engaño, ni tampoco perdonarán a la autoridad a la que acudan en busca de ayuda, protección y justicia y que se les niegue cuando son violentadas, su vida esté en riesgo o reclamen castigo para un criminal que asesinó a alguien de su familia.
Se percibe que las mujeres mexicanas están en indefensión por el desamparo gubernamental.